Sunday, August 26, 2012

Mamá en cada Abrazo (publicado en la columna "Yo abrazo la vida" de Dove en la revista Vanidades 26 de octubre 2012

Mamá en cada Abrazo (publicado en la columna "Yo abrazo la vida" de Dove en la revista Vanidades 26 de agosto 2012
Originalmente era más largo pero por cuestión de espacio de la revista hubo que acortar bastante

MAMA EN CADA ABRAZO

En mis 32 años pasé por muchos momentos que me hicieron sentir ganas de abrazar la vida. Pero también tuve momentos en los sentí que el barquito se hundía.

La situación más traumática y dolorosa que me tocó vivir se originó en una noche fría, cuatro años atrás. No olvido el terror, miedo y confusión que sentí al bajar por las escaleras de casa y ver a mamá con el rostro desfigurado y todo el cuerpo quemado, aún viva pero sin capacidad de responder a mis preguntas y a las de papá que queríamos saber por qué había tomado esa decisión de apresurar su partida, y sobre todo por qué desa manera.

Mamá se fue en su tercer intento, los otros dos anteriores fueron más suaves y papá logró retrasar esa partida con nueve años de un complicado y costoso tratamiento, pero sobre todo con mucho amor, paciencia y dedicación. Ella era fantástica, adorable, extremadamente cariñosa, amorosa, generosa, sensible, capaz y afectuosa, pero lamentablemente era depresiva.

Esa fuerte experiencia es hasta hoy la situación más triste y conflictiva que me tocó vivir pero a la vez la más inspiradora porque me hizo crecer. Algunas personas tienen al “suicidio” como un tabú, pero yo decidí compartir una partecita de esta historia porque me enorgullezco de la forma en la que pude enfrentar este hecho, y si su lectura sirve de ejemplo a alguna persona, entonces habrá valido la pena contarla.

Extraño muchísimo los abrazos tan sinceros y cargados de amor de mamá, ella me dio el regalo más grande: “la vida”. Yo sigo viva, así que en cada abrazo que yo dé ella está también.