someday, somehow... always.. happy cumple ma!!!!

20 de julio 2010
Alcemos una copa de vino tinto, mientras escuchamos una música de Andrea Bocelli y brindemos por los 64 años que hoy estaría cumpliendo la ex directora de la Manzana de la Rivera y promotora cultural Julia Elena Bibolini de Sapena.. sí, esa era mi mamá.

De piel bien blanca, casi porcelana, chiquita, flaquita, cuando caminaba parecía que se iba a desarmar de lo delicada que era, siempre elegante, su sonrisa era tan grande que apenas cabía en su fina cara, una dentadura hermosa bien cuidada. Su cabello siempre intacto, parecía un casco, siempre bien peinado de un negro oscuro. Era tan detallista y especial que las canas se las teñía en la peluquería de a una, sí, así es, de a una. Si fuese otra persona quien planteara al peluquero que le tiñeran las canas de a una, de seguro hubiese puesto cara larga, pero ella tenía una manera de pedir las cosas que era imposible decirle que no. Tenía un estilo muy personal, y clásico. Tengo sólo un recuerdo de mi mamá mal peinada, nos reíamos siempre cuando recordábamos la vez que en el año 1985 se metió a la pileta de la que en ese entonces era la casa de mi abuelo y al mojarse el pelo por primera y única vez pude ver sus rulos. Era tan maniática que se hacía las manos sólo con una manicura, siempre de transparente bien cortas, apenas se maquillaba, sin ninguna cirugía se mantenía hermosa y linda y bueno si cuando yo tenía cuatro años ya me ponía leche en la cara y me decía que duerma sin almohada para no arrugarme el cuello, es de suponerse lo mucho que ella se cuidada.

Su trauma era la flacura, no comía cosas dulces pero hacía unos postres deliciosos, cuando era chica me escondía el dulce de leche para que no lo comiera y no engordara. Tomaba muy poco alcohol pero le encantaba el vino, amaba el café con leche, no tomaba cosas frías porque decía que se iba a quedar ronca si lo hacía, no comía frituras y cuando probaba algo nuevo que le gustaba se fanatizaba y era capaz de comer eso por un mes entero todos los días.

Hacía un budín inglés para chuparse los dedos, un postre de bombones que nunca probé en otro lado y le enseñó a todas las chicas que trabajaron en casa unas galletitas de ralladura de limón que estoy segura de que si hubiese abierto una mini empresa de venta de galletitas, hubiese hecho mucha plata porque eran únicas. Cuando ella estaba en mi casa nunca faltaban galletitas, ni alfajorcitos, mis amigos iban a casa y ya sabían que iban a encontrarse con el plato de galletitas DE LI CIO SAS de verdad.

Siempre se acordaba de los cumpleaños, de las fechas importantes, y había bolsitas de galletitas repartidas por todas partes, le encantaba regalar.
Lo que era muy difícil era, hacerle regalos, era tan tan tradicional y fiel a sus gustos que en los 28 años que viví con ella, sólo recuerdo que ella haya usado un perfume, sabía muy bien lo que le gustaba y quería que no se salía de eso.
Era muy atenta, me dejaba notitas cuando yo volvía de conciertos a casa ya tarde cuando ella estaba durmiendo. Me escuchaba siempre y creo que es la única persona que las veces que me veía llorar, entendía mi sufrimiento y lo sentía de verdad.

Siempre movió cielo y tierra para conseguir las cosas que mis hermanos y yo les pedíamos, pensaba todo el tiempo en los demás, tanto que se olvidaba de pensar en ella. Cuando quise lanzar mi disco, movió cielo y tierra para ayudarme a conseguir auspicios.
Tenía una eterna sonrisa en la cara pero cuando se enojaba era tremenda, decía que tenía una fuerte combinación de sangre alemana con italiana pero en seguida le pasaba el enojo.
Sus amigas la recuerdan siempre con cariño porque era la que siempre estaba tratando de conciliar, de unir, y podía caerse su mundo que ella iba a estar ahí para escuchar a la gente y dar amor.

Era extremadamente metódica, trabajadora, obsesiva. Cuando se le metía algo en la cabeza no había forma de hacerle cambiar de parecer, así siempre conseguía lo que quería. Amaba la cultura como “El principito” amaba a su rosa, cuando era chica me hacía recorrer museos, galerías y me hablaba de Picasso, de Dalí, de Velázquez como si me hubiese estado hablando de Barbies. Le gustaba pintar, tengo algunos recuerdos de idas a Luque, cuando pintaba casas y yo le “rompía las bolas” para irnos ya. Le gustaba cantar aunque siempre cantaba las mismas canciones y sólo cuando se metía en la cocina. Le gustaba bailar pero nunca lo hacía, le encantaba brillar, daba conferencias sobre Arte que siempre llenaba salas, organizaba exposiciones como nadie lo hace , ponía pasión en lo que hacía pero si no le gustaba algo o se metía en la cabeza que no lo sabía hacer no había caso..

Se recibió de historiadora, le gustaba enseñar, hablaba francés e italiano aunque siempre repetía las mismas frases en esos idiomas, ambas tenían que ver con el “sentido de la mesura”, virtud que tanto valoraba.
No era muy amiga de la tecnología y creo que nunca entendió que las llamadas a celulares eran muchos más caras que las de línea baja, pero se las arregló siempre para escribirme mails cuando viajaba y revisar los correos que yo le enviaba.
Casi nunca pedía cosas pero si las pedía, “ ya fuiste” no paraba hasta que se lo des.
Me apoyaba en mis locuras, en mis proyectos, siempre y cuando yo terminara la facultad, que lo hice. Quería que yo me casara con el príncipe de España o alguien así. Al comienzo ninguno de mis novios o chicos le gustaban pero al final terminaba apoyándome y a veces queriendo más a mi novio que a mí.

Es la culpable de mi hiperactividad, me llevaba a clases de baile, música, canto, guitarra, tenis, inglés, alemán, pintura y toda actividad que apareciera por la vida y gracias a ella descubrí mi amor a la música, el teatro, el arte.
Le gustaba escribir cuentos pero nunca los llegó a publicar.
Era perfeccionista pero en algunas cosas era despistada y metía mucho la pata.
Era cariñosa al punto que a veces ya parecía cargosa, mi perrito era quien recibía todos los mimos cuando ni mi papá ni mis hermanos ni yo estábamos en casa.
En estos tiempos y con los ejemplos que me rodean se me hace difícil creer en las relaciones de pareja, sin embargo el ejemplo de mis padres es de esas parejas que no se separan nunca, que se apoyan, se acompañan, se cuidan y sobre todo se respetan.
Le gustaba la música clásica y las pelis bien románticas, cuando le gustaba una, la veía hasta saberse de memoria el parlamento de cada uno de los protagonistas aunque se quedaba siempre dormida en alguna parte de la película.

Eran tan diplomática al decir las cosas que no le gustaban que cuando se enojaba y “puteaba” lo hacía en diminutivo, “boludito”, “estupidito”, “ a la putita”, era genial mi vieja!!!!
A veces era muy insistente al punto de ser “hincha bola, era sobreprotectora y le gustaba mandar. Como todas las personas, ella tenía sus defectos, discutíamos, nos peleábamos. Se equivocó en muchas cosas y cometió muchos errores en su vida, pero muy raras veces le escuché hablando mal de la gente, tenía un corazón tan tan grande que no cabía en su cuerpito, quería lo mejor y el bien para todo el mundo, era solidaria, daba mucho amor, repartía mucho cariño, muchos abrazos y siempre tenía una palabra linda para decir a la gente.
Los que la conocimos bien, más allá de esa persona siempre tan pulcra, tan perfecta, tan intelectual que aparentaba ser, sabemos que había una persona que quería ver feliz y sonreir a todo su entorno y la extrañamos mucho mucho mucho…

Más allá de las creencias o de la religión, estará en alguna parte mirando, observando, cuidando, agarrándose de los pelos, riéndose, tomando vinos, comiendo soufles, tomando café con leche, armando exposiciones, escuchando música, dando conferencias y jugando golf que tanto le gustaba. someday, somehow… allways.. HAPPY CUMPLE MA!!!!