Saturday, July 3, 2010

Cuando un amigo se va.... homenaje a "ARMAGEDDON" un grande!!


O k ok sí era yo, y estaba llorando…


Si me vieron camino a Luque el miércoles de mañana llorando, no, no era por ninguna de las alternativas que podrían estar pensando….me estaba despidiendo de Armageddon. ¿Puede uno encariñarse tanto con un auto? Entonces porqué dejarlo ir? Decir Adiós es crecer… lo dice el genio Cerati que “entre paréntesis” esperemos que se recupere yaaa ya.


Cuantas cosas puede uno vivir cinco años en un auto… y muchas, sobre todo si sos una persona que no está en un mismo lugar más de cuatro horas, sin contar las horas de sueño, que bueno, a veces llegan a ser menos de cuatro. Cuando tu vida es tan acelerada y tenés tantos trabajos que vas de un lugar a otro, a veces olvidándote de comer y cruzando semáforos en rojo para no llegar tarde y si no querés tener un novio de esos que te choferee y te esté todo el tiempo detrás.. Entonces “tu auto” pasa a ser tu mayor compañero de vida.


Armageddon me escuchó cantar, llorar, putear, reir, maldecir, me escuchó hablando sola, hablando por teléfono, con otras personas, con mi perro y fue el protagonista de varios cuentos. Fue el mejor oído a la hora de tomar ciertas decisiones y el peor consejero por darme la absoluta libertad de seguir mis impulsos. Escuchamos juntos mis temas favoritos, comimos kilos y kilos de chocolates, hasta almorzamos juntos en semáforos y tomamos cafés mientras le cargaban combustible. Transportamos alegría, regalos y muchas tartas de cumpleaños. Me llevó a miles de conciertos, nos perdimos un montón de veces buscando lugares y tuvimos varios choques.


Vivimos situaciones lindas y feas. Juntos conseguimos auspicios para lanzar mi disco, cambiamos de emisora radial, me llevó a defender la tesis, a renunciar al banco, al hospital cuando nació mi sobri mateo, a llevarle de paseo a mi otro sobri Elías. Me llevó a comprar mi pasaje a Estados Unidos, me llevó al velorio de mamá, al de mi abuelo y a recuperarme de una rotura de hueso en el pie. Fuimos juntos a comprar un pasaje a chile, mi primer aire acondicionado, mi primera notebook y la segunda, a buscar mi primer talonario de facturas, y a mi primer día de trabajo en Fundar.


Quedó inmortalizado en mi página web, le metí los cuernos en el videoclip con un escarabajo descapotable rojo pero de todos modos estuvo ahí en el proceso de grabación y me llevó al lanzamiento del videoclip.


Conoció a mis amores, me llevó a buscarlos, encontrarlos, perderlos, recuperarlos y reemplazarlos y fue testigo de cosas y lindas locuras que quedan entre él y yo.


Llegó a mi vida en diciembre del 2005, estaba ya bastante grandecita para tener mi primer auto a esa edad, pero bueno, todo ocurre en su momento y por alguna razón. El más feliz de que me haya comprado mi auto habrá sido mi papá, un gran descanso para el viejo que ya estaba cansado de llevarme a todos lados. El que no estuvo tan contento con su llegada, fue mi taxista “Carlitos” que perdió una gran cliente, es más ahora que pienso quizás él fue quien pinchó las ruedas de Armageddon en más de una ocasión.


Del amor al odio hay sólo un paso.. Armageddon me hizo dar ese paso muchas veces. Me dejó en la calle tantas veces que de seguro en el touring ya tenían registrado mi número de teléfono como “No atender”, lo notable es que nunca fue de noche o de madrugada y todas esas veces en que Armageddon estaba en taller o que tuvieron que ayudarme a empujarlo, aprendí que siempre hay alguien con quien uno puede contar y la mayoría de las veces ese alguien es la persona que menos esperás.


Y sí, en cinco años pasan muchas cosas…. hay momentos en que es bueno “ese desapego”. Se fué mi cómplice, mi compañero y lo entregué en propias manos a su nuevo dueño.


Cambiar de auto puede ser muy similar a cambiar de pareja, tenés que acostumbrarte a un nuevo formato, nuevo modelo, nueva textura, nuevas mañas. Lo comparás y hasta extrañás al comienzo hasta que con unos días ya te acostumbrás, (Lo ideal es que el cambio sea como de un “Uvita” a un “Luiggi Bosca” o algo así )y aunque duela si lo ves por la calle y a su nuevo dueño al volante.. el tiempo lo cura todo y si la nostalgia me gana, va a bastar con acordarme de las veces que llegué tarde o que no llegué por su culpa….


….Chau Armageddon, que seas feliz , te cuiden mucho y portáte bien…. Capítulo cerrado… snif snif… carita feliz…


3 comments:

  1. Te queremos Armageddoncito! Tu dueña tenía vales guardados en tu guantera para regalar a los amables señores que te empujaban jajajaja sos un grande! :D

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  2. jajajajajjjjajajajj sisis grande LOS VALES DE ILMANGIAREEE

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  3. Me gusta como escribís, pase un buen rato leyendo tus historias y todavia me falta un monton, pero mejor me pongo a laburar y despues sigo ;)

    Luciano

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